La fecundación es una secuencia de acontecimientos coordinados:
- Paso de un espermatozoide a través de la corona radiada: La dispersión de las células foliculares de la corona radiada que rodea al ovocito y a la zona pelúcida parece deberse principalmente al efecto de la enzima hialuronidasa liberada por el acrosoma del espermatozoide, aunque la evidencia respecto a ello no es inequívoca. Las enzimas segregadas por la mucosa tubárica también parecen facilitar este proceso de dispersión. Por otra parte, los movimientos de la cola del espermatozoide también son importantes para que pueda atravesar la corona radiada.
- Penetración de la zona pelúcida: El paso de un espermatozoide a través de la zona pelúcida es la fase más importante en el inicio de la fecundación. La formación de una vía de paso también se debe a la acción de las enzimas liberadas por el acrosoma. Las enzimas esterasas, acrosina y neuraminidasa parecen dar lugar a la lisis de la zona pelúcida, abriendo así un camino para que el espermatozoide se pueda introducir en el ovocito. La más importante de estas enzimas es la acrosina, que induce un efecto proteolítico. Una vez que el espermatozoide atraviesa la zona pelúcida tiene lugar una reacción de zona (un cambio en las propiedades de la zona pelúcida), que la hace impermeable al paso de otros espermatozoides. La composición de esta cubierta glucoproteica extracelular se modifica después de la fecundación. Se considera que la reacción de zona se debe a la acción de las enzimas lisosómicas liberadas por los gránulos corticales en la proximidad de la membrana plasmática del ovocito. El contenido de estos gránulos, que también es liberado hacia el espacio perivitelin, da lugar asimismo a cambios en la membrana plasmática que la impermeabilizan frente al paso de otros espermatozoides.
- Fusión de las membranas celulares del ovocito y el espermatozoide: Las membranas celulares o plasmáticas del ovocito y del espermatozoide se fusionan y desaparecen individualmente en el área de fusión. La cabeza y la cola del espermatozoide se introducen en el citoplasma del ovocito, pero no ocurre así con la membrana celular (membrana plasmática) del espermatozoide ni con sus mitocondrias.
- Finalización de la segunda división meiótica del ovocito y formación del pronúcleo femenino: La penetración del ovocito por un espermatozoide activa el ovocito para finalizar la segunda división meiótica y convertirse en un ovocito maduro y en un segundo corpúsculo polar. Tras la descondensación de los cromosomas maternos, el núcleo del ovocito maduro se convierte en el pronúcleo femenino.
- Formación del pronúcleo masculino: En el interior del citoplasma del ovocito, el núcleo del espermatozoide aumenta de tamaño formando el pronúcleo masculino, al tiempo que la cola del espermatozoide experimenta degeneración. Desde el punto de vista morfológico, los pronúcleos masculino y femenino son indistinguibles: durante el crecimiento de los pronúcleos se produce la replicación de su ADN 1n (haploide), 2c (dos cromátidas). El ovocito contiene ahora dos pronúcleos haploides y se denomina ovótido.
- A medida que los pronúcleos se fusionan dando lugar a una agregación diploide única de cromosomas, el ovótido se convierte en un cigoto. Los cromosomas del cigoto se disponen en un huso de segmentación como forma de preparación para la segmentación del cigoto.
El cigoto es único desde el punto de vista genético debido a que la mitad de sus cromosomas proceden de la madre y la otra mitad del padre. El cigoto contiene una nueva combinación de cromosomas que es distinta de la existente en las células de cualquiera de los progenitores. Este mecanismo es el fundamento de la herencia biparental y de la variación en las especies humanas.
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PRESENTACIÓN
https://bioeduciencias.files.wordpress.com/2015/08/teoria-1-fon.pdf
BIBLIOGRAFÍA
1. Moore K, Persaud T.V.N., Torchia M. Embriología Clinica. 9.ª ed. España: ELSEVIER: 2013.
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